Mini Reservas de Biodiversidad
El futuro … … es hoy
Cada rincón urbano es un refugio para la vida: calles que florecen, plazas que polinizan y comunidades que crecen en armonía con la naturaleza.
Iniciativas como Eskocells muestran cómo la ciudadanía puede transformar alcorques y espacios públicos en microhábitats vivos. En San Francisco, el activista Shalaco ha inspirado a miles de personas a plantar flores y especies autóctonas en medianas, parques y rotondas para recuperar polinizadores. Son ejemplos de empoderamiento, autogestión y divulgación muy interesantes.
Ciudades como Vitoria-Gasteiz y Barcelona están impulsando programas de naturalización urbana que convierten zonas duras en refugios para la biodiversidad y el pueblo madrileño de Soto del Real se está creando un bosque comestible entre los vecinos con nogales, avellanos, olivos, almendros, manzanos, perales, higueras, cerezos, majuelo, rosal silvestre o aromáticas.
¿Qué puedes hacer tú?
¿Qué podéis hacer como colectivo?
¿Qué puede hacer tu ayuntamiento?
Para profundizar
En medio del asfalto, las temperaturas y la contaminación no cesan en aumentar a falta de suficientes espacios verdes. Esta falta supone además un problema para la biodiversidad. La fauna, comenzando por los insectos y las aves, no encuentra donde alimentarse. Y aquí llega la propuesta: salpicar la ciudad de pequeñas reservas de biodiversidad, pequeños espacios verdes diseñados para acoger y proteger la vida silvestre. Aunque su escala sea reducida —alcorques, rotondas, medianas, patios o azoteas—, su impacto es enorme cuando se multiplican y conectan entre sí. Estos espacios funcionan como refugios para polinizadores, aves e insectos beneficiosos, generando un mosaico ecológico dentro de la ciudad.
Es esencial tener en cuenta que las especies han de ser autóctonas y diversas: herbáceas, tubérculos, enredaderas, arbustos y árboles. Podemos atraer a mariposas y otros polinizadores, aves, erizos, conejos, ardillas…Y si además de incluir elementos naturales (vegetación y suelo vivo), instalamos infraestructuras para la biodiversidad (comederos, bebederos, cajas nido, hoteles de insectos, muros secos, tocones, charcas etc.) habremos hecho el hogar perfecto para nuestra fauna.
Cada mini reserva es un recordatorio de que la regeneración empieza a pequeña escala y que, sumando esfuerzos, podemos transformar nuestras ciudades en verdaderas biodiverciudades.
Además, estas reservas e biodiversidad actúan como refugios climáticos, reduciendo la temperatura ambiente y mejorando la calidad del aire. En algunas ciudades como Barcelona, están haciendo refugios climáticos escolares cuyas puertas están abiertas por las tardes para toda la población. Además, se convierten en lugares de encuentro, aprendizaje y recreación, dinamizando socialmente las comunidades. La inclusión de reservas de biodiversidad en centros escolares generan un estupendo recurso educativo: un espacio natural que llevar a las aulas, donde poder hacer seguimiento e identificación de fauna y variables ambientales.
¿Qué puedes hacer tú?
Busca si en tu municipio existe algún colectivo u organización afines a esta idea. En caso de no existir puedes crearlo desde cero.
En pequeños y medianos ayuntamientos tiene mayor impacto una conversación que un escrito.
Solicita con el grupo “Tu localidad por la regeneración” una reunión con la alcaldía o concejalía del área y pide que lleven vuestra propuesta al siguiente pleno del ayuntamiento.
Consulta las plantas autóctonas que mejor se adaptan al tipo de suelo, las condiciones y la climatología de la zona y fomenta la creación de proyectos como los oasis de mariposas.
Piensa en los materiales, los tipos de insectos y ponete manos a la obra con tu caja u hotel de insectos.
¿Qué podéis hacer como colectivo?
Organizar brigadas vecinales para convertir alcorques, medianas o solares en pequeños hábitats de biodiversidad.
Construir hoteles de insectos o cajas nido en colegios, asociaciones o centros culturales.
Proponer al ayuntamiento convenios de colaboración para convertir estos espacios en islas de polinizadores.
Unirse a iniciativas como Eskocells o huertos comunitarios para ampliar la escala de la acción regenerativa.
¿Qué puede hacer tu ayuntamiento?
¿Cómo se paga?
Realizar un inventario de solares en desuso, áreas verdes subutilizadas y patios de colegios e institutos que puedan ser adecuados para la creación de pequeños bosques comestibles. Se precisa un espacio mínimo de 100 m2.
Evaluar la idoneidad de cada espacio en términos de acceso, disponibilidad de luz solar, calidad del suelo y factibilidad para la plantación de árboles frutales y plantas comestibles.
Establecer protocolos de cesión de uso a organizaciones sociales y ambientales locales de aquellos espacios catalogados como zona verde y que estén sin uso, apoyándoles con programas para la creación de mini-bosques.
Diseñar una red de mini espacios de biodiversidad que funcionen como reservas y refugios climáticos. Espacios diseñados para favorecer que la fauna encuentre refugio y alimento, tanto con elementos naturales (vegetación y suelo vivo), como con infraestructuras para la biodiversidad (comederos, bebederos, cajas nido, etc.).
Involucrar a la comunidad en el diseño de los espacios, fomentando talleres participativos y recopilando ideas para asegurar la aceptación y participación ciudadana.
Colaborar con organizaciones locales, grupos de vecinos y escuelas para obtener apoyo y participación activa en la plantación y mantenimiento de los espacios de biodiversidad.
Implicar a la ciudadanía en la plantación, seguimiento y conservación de los espacios ofreciendo formación y proyectos de conservación ciudadana: aplicaciones de ciencia ciudadana, plantaciones participativas, mantenimiento colaborativo, voluntariado, etc.
Sustituir césped ornamental por praderas de especies autóctonas y flores silvestres.
Incorporar hoteles de insectos y refugios para polinizadores en parques, colegios y espacios públicos.
Promover programas de apadrinamiento de alcorques, plazas y solares con asociaciones vecinales.
Desarrollar programas divulgativos, con materiales in-situ (paneles explicativos, códigos QR, placas identificativas) y acciones que enseñen y sensibilicen sobre la importancia de la naturaleza urbana y su conservación.
Elaborar materiales específicos para colegios e institutos con los que desarrollar un programa de aprendizaje-servicio en los mini-bosques y otros espacios verdes, sobre la importancia de la naturaleza en las ciudades y su conservación.
Proporcionar asesoramiento técnico sobre selección de especies, diseño del bosque, técnicas de plantación y mantenimiento adecuado.
Buscar fondos a nivel local, regional o incluso nacional para respaldar financieramente el proyecto, ya sea a través de subvenciones, patrocinios o programas de responsabilidad social corporativa
Garantizar la provisión de servicios básicos como riego, iluminación y señalización adecuada para promover la seguridad y el uso sostenible de estos espacios.
Implementar ordenanzas municipales que limiten pesticidas y fomenten la biodiversidad urbana.
Establecer mecanismos para monitorear y evaluar continuamente el rendimiento de los bosques comestibles, ajustando las estrategias según sea necesario.
Segunda convocatoria de ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, a proyectos de infraestructuras medioambientales, digital y social (abierta hasta 31/12/23)
Se contemplan la financiación de proyectos para la puesta en valor del medio natural, la mejora de servicios ambientales y la regeneración de zonas, así como la creación de infraestructuras verdes y azules, para crear, por ejemplo, áreas de interpretación de la naturaleza. También la recuperación de zonas degradadas, con la intención de recuperar la biodiversidad y la flora autóctona de los espacios naturales para aprovechamiento comunitario.
Para Profundizar
Artículos
“Qué son los minibosques Miyawaki y por qué se están extendiendo como «salvación» ambiental en Europa” en Xataka. Este artículo explica qué son los minibosques Miyawaki y por qué se están extendiendo por toda Europa.
Guías
Manual de hoteles de insectos: Documento técnico con diseños sencillos y recomendaciones de instalación.
“Mini bosques para el cambio climático: Akira Miyawaki y su método” en Climaterra. Guía sobre el método Miyawaki.
“Mini bosques para restaurar la biodiversidad” en Ecocosas. Esta guía proporciona información sobre cómo funcionan los pequeños bosques y cómo se están reforestando rápidamente las ciudades con pequeños y densos parches de bosque nativo.
“¿Qué son los Bosques Comestibles? Cómo crear biodiversidad” en Agrohuerto. Esta guía explica qué son los bosques comestibles y cómo se pueden crear para aumentar la biodiversidad.
Videos
Hope! La serie – Episodio 5. La gran transformación. Incluye el caso de Shalaco y su iniciativa de plantar flores y especies autóctonas en ciudades.
Otros recursos
Eskocells. Ciudadanos que protegen árboles y alcorques, renaturalizando barrios desde abajo.
Pollinator Partnership. Organización internacional que impulsa programas de polinizadores urbanos.
BiodiverCiudades (UE). Iniciativa europea para integrar biodiversidad en entornos urbanos.
Efectos secundarios:
Captura de Carbono: Las reservas de biodiversidad ayudan a absorber y retener carbono atmosférico, contribuyendo a mitigar el cambio climático y mejorando la calidad del aire.
Educación Ambiental: Las reservas de biodiversidad ofrecen oportunidades educativas para la comunidad, promoviendo la conciencia ambiental y la conexión con la naturaleza.
Cohesión comunitaria: La participación en la planificación y mantenimiento de estos espacios fomenta la colaboración y fortalece los lazos entre vecinos y vecinas.
Turismo verde y valor inmobiliario: La existencia de espacios verdes bien cuidados puede aumentar el turismo verde y el atractivo y el valor de las propiedades circundantes.
Hábitats para la fauna: Estas mini reservas sirven como refugios para aves, insectos y pequeños mamíferos, contribuyendo a la biodiversidad urbana.
Polinización mejorada: La presencia de flores y frutas atrae polinizadores, beneficiando la producción local de alimentos y la salud de los ecosistemas circundantes.
Efectos Terapéuticos: La interacción con entornos naturales puede tener efectos positivos en la salud mental y física de los residentes.