Cero quema
El futuro … … es hoy
Un mundo sin humo: aire limpio, suelos fértiles y comunidades que convierten residuos en vida.
En Granada, proyectos como Life Terra y Volterra Ecosystems están recuperando suelos agrícolas degradados mediante agroforestería y biochar, demostrando que es posible mejorar la fertilidad y secuestrar carbono sin quemar. En Galicia, municipios como Vilasantar ofrecen biotrituradoras a sus vecinos para que conviertan restos vegetales en compost, evitando la quema. Y en Cantabria, la iniciativa Carbón Emergente ha puesto en marcha la primera planta automatizada de biochar en España, que transforma residuos forestales en un recurso para mejorar suelos y retener agua. Estos ejemplos prueban que la visión Cero quema no es una utopía, sino una práctica en marcha.
Durante siglos, quemar residuos agrícolas, urbanos o energéticos ha parecido una salida rápida y económica. Sin embargo, hoy sabemos que la quema es una de las principales fuentes de contaminación atmosférica, emisión de gases de efecto invernadero y pérdida de fertilidad de los suelos. Desde las hogueras de rastrojos hasta las chimeneas de incineradoras, el fuego consume recursos valiosos y envenena el aire que respiramos. El concepto Cero quema propone dar un giro cultural y práctico: dejar atrás el uso del fuego como herramienta de gestión de residuos o como fuente principal de energía, para abrir paso a alternativas regenerativas que devuelven vida al suelo, mejoran la salud comunitaria y capturan carbono.
Las opciones existen y ya se están aplicando. El biochar (carbón vegetal producido de forma controlada por pirólisis) transforma restos de poda en un fertilizante que enriquece los suelos y captura CO₂ de forma estable. Las biotrituradoras municipales convierten ramas y hojas en material para compostaje o mulching, cerrando el ciclo de los nutrientes. Los biodigestores producen biogás a partir de residuos orgánicos, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles. Todo ello se complementa con un horizonte más amplio: acelerar la transición hacia energías renovables y eliminar progresivamente la quema de carbón, gas y petróleo.
Adoptar el principio Cero Quema significa reconocer que cada fuego que evitamos es aire más limpio, suelos más fértiles y comunidades más sanas. Es un cambio de mentalidad y de infraestructura: abandonar las llamas y abrazar procesos que regeneran. Como ya se hace en Granada, Galicia o la Amazonía, es posible gestionar los residuos de forma circular, inspirándonos tanto en la innovación como en la sabiduría ancestral. La quema no es inevitable: es una práctica obsoleta que podemos superar.
¿Qué puedes hacer tú?
Busca si en tu municipio existe algún colectivo u organización afines a esta idea. En caso de no existir puedes crearlo desde cero.
Convierte ramas y hojas en acolchado para proteger el suelo y mantener la humedad. Si tu municipio presta biotrituradoras, aprovéchalas.
Cambia a proveedores de energía 100 % renovable y reduce tu consumo energético. Cada kWh ahorrado significa menos combustibles fósiles quemados
¿Qué podéis hacer como colectivo?
Organizad campañas para que las asociaciones de vecinos o cooperativas rurales impulsen prácticas regenerativas como biochar o compostaje.
Solicitad normativas que prohíban la quema agrícola y que incentiven alternativas como las biotrituradoras o el biogás.
Usad redes sociales, escuelas y asociaciones culturales para difundir los beneficios de un futuro sin quema.
¿Qué puede hacer tu ayuntamiento?
Sustituir la quema de rastrojos por programas municipales de biotrituradoras y recogida de biomasa.
Impulsar plantas de compostaje, biodigestores de biogás y proyectos piloto de biochar a nivel local.
Fomentar la sustitución de calefacciones de gasóleo o carbón por alternativas renovables y promover comunidades energéticas locales
¿Cómo se paga?
Segunda convocatoria de ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, a proyectos de infraestructuras medioambientales, digital y social (abierta hasta 31/12/23)
Podrán recibir apoyo las iniciativas de huertos urbanos/comunitarios y las plantas de compostaje o plantas de acopio de biomasa que favorezcan la gestión sostenible de los recursos forestales.
Para Profundizar
Estudios
Zero Waste Europe – The Hidden Costs of Incineration. Análisis crítico sobre la incineración urbana y propuestas alternativas.
Seminarios
Biochar for Sustainable Soils (IISD). Ciclo internacional de conferencias sobre aplicaciones y beneficios del biochar.
Guías
Podcast
The Biochar Talk. Conversaciones con expertos internacionales sobre usos y casos de éxito del biochar.
Videos
Hope! Estamos a tiempo – Episodio 6: El ingrediente secreto. La docuserie muestra el origen de la terra preta amazónica y un proyecto de biochart en Granada.
Otros
Carbón Emergente. Planta pionera de biochar en Cantabria que convierte residuos forestales en recurso regenerativo.
Life Terra. Proyecto europeo de restauración ecológica y regeneración de suelos con enfoque circular.
Efectos secundarios:
Aire más limpio y salud pública: Al eliminar la quema de residuos e incineradoras, reducimos las emisiones de partículas y dioxinas, mejorando la calidad del aire y evitando miles de muertes prematuras por enfermedades respiratorias.
Suelos más fértiles: Prácticas como el biochar o el compostaje devuelven nutrientes al suelo, aumentan la retención de agua y potencian la biodiversidad microbiana.
Captura de carbono: El biochar y el compost almacenan carbono en forma estable en el suelo, convirtiéndose en aliados contra el cambio climático.
Economía circular y empleo verde: La gestión regenerativa de residuos abre oportunidades de empleo en biotecnología, compostaje, agroforestería y energías renovables.
Comunidades resilientes: Reducir la quema fortalece la autosuficiencia energética y alimentaria, disminuye la dependencia de combustibles fósiles y mejora la calidad de vida en entornos rurales y urbanos.